El sonido etéreo de este clásico navideño resulta familiar a muchos occidentales. Originalmente una traducción de la súplica de una doncella por la intervención divina del poema de Sir Walter Scott "La Dama del Lago", ha cobrado una nueva vida al unirse al texto latino de la oración católica romana. La pieza ha gozado de gran popularidad, habiendo sido grabada por un enorme y diverso grupo de artistas que van desde Marian Anderson a Bing Crosby.
Esta transcripción, para guitarra clásica solista, está en la tonalidad de Sol mayor. A través de sus tonos suaves y meditativos, la guitarra clásica transmite la dimensión espiritual de la pieza sin palabras, abriéndola a todos para que la experimenten a través de las lentes de sus propias creencias.
Los guitarristas que tocan en bodas y oficios religiosos encontrarán en esta pieza una grata adición a su repertorio.
Clip de la práctica del spot:
[youtube]http://www.youtube.com/embed/MPRZcbZtTDw[/youtube]La transición de la primera cuerda C# al acorde de cuatro notas, por difícil que parezca, será más fácil si la abordas nota a nota, Primero, necesitas la nota de bajo (tocada con el segundo dedo) Luego, coloca el cuarto dedo en último lugar (tu cuarto dedo estará en C# antes del acorde). En general, esta es una buena estrategia de "lo primero es lo primero" que puedes utilizar cuando te enfrentes a cambios de posición tan difíciles en esta y otras piezas.
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